Su sueño empieza a crecer, no sabe lo que es mañana, solo aprende lo de hoy.
Llorando nos muestra el hambre con su expresión,
así la vida quizas nos pide perdón.
Mi sueño vuelve a rodar en sus ojos,
en mis ojos, en su amor.
Me siento y miro sus pasos, viviendo su propia razón me invita a un mundo que hoy inventó para que juguemos los dos.