Hay tanto que archivar, pero no quedan ganas
de ordenar el desorden que dejaste tras tu partida.
Hay tanto miedo acumulado y faltó coraje para
decirte todo lo que he de necesitarte.
Hay un adiós esperando en la ventana pero
ya no quedan fuerzas para abrirte las persianas.
Hay dudas que se acumulan, pero sobran sentimientos
para cubrirlas con polvo intentando enterrarlas en el olvido.
Hay sueños e ilusiones que buscan ver la luz, pero
son tantas las promesas de renacer como las dudas que nos acobardan.
Existen miedos, existen dudas, hay ilusiones y despedidas.
Sobran los sentimientos pero no alcanza el valor,
para comenzar de cero esto que acabó.
Tengo aglomerados perdones y gracias, promesas y fidelidad,
un cajón de besos sinceros y la promesa de amarte con la verdad.
Tenés mis recuerdos, tenés mi amor, tenés sinceridad y
te regalo mi perdón, te debo las salidas y alguna que otra foto.
Pero te prometo mi vida, siempre darte todo.
No busques calmar mi llanto, pues hoy es lo que me ayuda a
desahogarme, no te culpo de nada, aunque puede que te sientas responsable.
Tengo emprendido un viaje al pasado, que busco cada vez que
intento la felicidad, a prueba y error, a aciertos y desigualdad.
Podría ponerme sincera para decirte lo que siento, pero
ya no quedan ganas de perder más dignidad.
Podría ponerme el orgullo de saco para declararte que
cuando busques un amor verdadero toques mi puerta.
Podría jurarte, mi vida, que no hay quien se te parezca,
pero te enriquecí tanto de halagos, que la seguridad me condujo a ningún lado.
No creo poder esperarte la vida entera, pero prometo intentarlo. Darte todo para recibir una sonrisa de tu lado. Quizás el pasado me condene, y el futuro me incierte, pero no existe presente por el que no he de luchar, ni amor que se iguale.
Por mi.