Y te abrazas tras escapismos que
ahuyentan tu partida,
olvidando que por fin,
perdiste la cordura.
ahuyentan tu partida,
olvidando que por fin,
perdiste la cordura.
Y una sombra de mala gana
te despide y
mal dice por lo bajo,
recordando que de una vez
por todas te decidiste amar.
Por mi.
Por mi.