
"...-Si ordeno a un general que vuele de flor en flor como una mariposa, o que escriba una tragedia, o que se transforme en ave marina y si el general no ejecuta la orden recibida ¿quién, él o yo, estaría en falta?
-Vos –dijo firmemente el principito.
-Exacto. Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer –replicó el rey-. La autoridad reposa, en primer término, sobre la razón. Si ordenas a tu pueblo que vaya a arrojarse al mar, hará una revolución..."
Fragmento de: El principito (Antoine de Saint-Exupéry).