Un tedio sigiloso a raíz de una amistad
que tan pocas cosquillas,
me alcanzaba a generar.
Me convierto en represor de mis impulsos,
Se me distorsiona el pulso
Y se hace ausente, por un rato, mi respiración.
Una broma colectiva, y de vuelta a fantasear...
¡A la mierda por un rato la amistad!