Bien acepto sus reproches al final ya yo sabía que este dia llegaria, estoy muy convencido: usted sería el mejor partido pero nadie elije a quien querer. Por eso es que yo quisiera amarlo como usted se lo merece y no puedo, aunque quiero no me sale del pecho lo intento y me freno, y la cobardia por no herirlo me mantuvo en silencio. Sé bien que usted me ha dado el paraíso pero el en su infierno me enamoró.