la que en el
horizonte, suculentamente tenaz, se topa con la mía
y se encuentran, se
reconocen, se liberan, se estremecen,
se baten al duelo
del mas fuerte, se luchan, se rinden, se abrazan.
Se recuestan, se
mecen, se duermen en la infinidad de la duda
que los perpepleja
frente al quizás.
Son tantas
posibilidades como locuras se nos ocurran.
Te vi, me viste, te
encontré y me encontraste.
Te presiento, te
deseo, te busco.
Quiero conocer cada
secreto de tu enroscada psiquis,
quiero robarte
carcajadas para alimentar mi alegría,
quiero que desdudes
cada inquietud que mi mente invente
y construyamos un
muro de risas y locuras que detenga la bravura
de una inquietante
rutina.
Por mi.
Por mi.