Lo invité a mi infierno y se negó a venir.
Los cobardes pagamos cara
la desgracia de huir desesperados.
Me fumo ese resabio porque hace menos daño
que verse transigir en
una vil forma de huir del amor.
Cobarde e infantil no aproveché ni una ocasión. Nunca.
Nunca te lo respondi por miedo y por amor, yo tambien TE QUIERO.